Los sistemas
sanitarios deben asegurar que los profesionales sanitarios reciban
formación suficiente para tratar el tabaquismo, que los
profesionales sanitarios y los pacientes posean los recursos
suficientes, y que a los profesionales sanitarios se les proporcione
retroalimentación sobre sus prácticas de tratamiento del
tabaquismo. | Formar a todo el
personal. De forma regular ofrecer formación (p. ej., conferencias,
talleres, sesiones de trabajo intradepartamentales) sobre los
tratamientos del tabaquismo, y proporcionar créditos de formación
continuada (FC) y/u otros incentivos por su
participación.
Proporcionar recursos tales como
asegurar el acceso rápido a las líneas telefónicas para el
tratamiento del tabaquismo (p. ej., 1-800-Quit-Now) y otros recursos
comunitarios, materiales de autoayuda e información acerca de
medicaciones eficaces para el tratamiento del tabaquismo (p. ej.,
establecer un servicio de abandono a través del fax, colocar
folletos informativos sobre la medicación en las salas de
exploración).
Informar de las intervenciones de
tratamiento del tabaquismo realizadas mediante fichas de información
o estándares evaluativos para las organizaciones sanitarias,
aseguradoras, organizaciones de acreditación y grupos de práctica
médica (p. ej., HEDIS, The Joint Comisión y Physician Consortium for
Performance Improvement).
Proporcionar
retroalimentación a los profesionales sanitarios acerca de su
actuación, basándose en los datos recogidos en auditorias de las
historias clínicas, historias clínicas electrónicas y bases de datos
computarizadas de pacientes. Evaluar hasta qué grado los
profesionales sanitarios identifican, documentan y tratan el
tabaquismo de los pacientes. |